¿CUÁNTO SABEMOS DE SEXO?

Sería fácil averiguar los conocimientos matemáticos de una persona. Bastaría con un examen. Pero ¿sería igual si hablamos de sexo? Yo creo que no.

¿Se puede aprender de sexo solo con el boca a boca? Pues diría que sí, al menos en parte y más bien de forma sutil. Así es como en ocasiones se nos daba a conocer los secretos de alcoba. Siempre eran suaves, esos que se basaban en el acto en sí. Nadie te hablaba de sexo oral, de caricias prohibidas, de posturas imposible o de una simple masturbación. Todavía hoy en día, con la "libertad sexual" nos cuesta reconocer ciertas practicas.

¿Es la televisión el mejor medio para aprender de sexo? En otras ocasiones aprendemos de la televisión, para qué negarlo. En ella el porno o el erotismo nos sacan de duda. Y nadie cayó en la cuenta de que la realidad es otra. O sí. Además de ello contamos con internet y con que este resuelva cualquiera de nuestras dudas.

Pero a pesar de todas las formas de información que tenemos, creo que nadie, absolutamente nadie, sabe todo sobre sexo. Precisamente porque la práctica sexual va unida a una persona  y las personas no somos exactas, no somos matemáticas. A unas les gustará más el sexo en su total plenitud, mientras que otras serán felices con un coito a la antigua usanza. 

¿Qué determina lo que sabemos sobre sexo? Creo que por mucha teoría que tengas en el saber, en este caso es más saber hacer. Si no concuerda tu conocimiento con los gustos o preferencias de la otra persona, no sabes nada de sexo. Tu información radica en la práctica, en conocer y dar placer a tu pareja, ya sea con un simple coito (entiéndase un misionero y poco más) o con una sesión de una hora de sexo duro, ¡da igual! Lo que lleva a que sepas de sexo es que seas capaz de encontrar el punto exacto que lleve a la pareja, trío o más, a un clímax buscado y deseado por todos.

¡Piénsalo! De nada sirve saber mucho sobre sexo si fallas en lo principal, en escuchar.

Gracias por tu tiempo.